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Tu higiene personal y presencia visual atrae mucho más a las moscas.
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Tu higiene personal y presencia visual esta cuidada y agradable en general, adaptada a la imagen comercial y/o perfil potencial de tus clientes/as.
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Solo sonries cuando ves una película de Charlot, por que los clientes/as no se fijan en eso.
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Recibes a tus clientes/as con una sonrisa y unas palabras de bienvenida. Los tratas como a tí te gustaría ser atendido/a.
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Esperas a que el polvo de los estantes se vaya cuando entre el aire.
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Coges la fregona y el trapo, y empiezas a limpiar la acera y el interior del local.
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Te pones a ver videos con el móvil.
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Coges el móvil y actualizas los textos y fotos de tus redes sociales.
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Esperas la visita de tus proveedores/as para hacer tus pedidos.
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Acudes a ferias profesionales y contactas por internet con nuevos proveedores/as conociendo nuevos productos y tendencias.
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Tu escaparate lleva semanas sin cambiarse, no has quitado la decoración de Navidad en pleno agosto.
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Tu escaparate como mínimo está diferente cada semana.
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No te importa nada lo que opinen de tí los clientes/as, solo te preocupa el dinero que ha entrado en la caja registradora al final del día.
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Te importa lo que piensan de tu negocio los clientes/as y les preguntas directamente al finalizar cada venta, o les invitas a rellenar un breve cuestionario de opinión cada cierto tiempo.
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Estas aburrido/a de hacer cosas y nada funciona. Esperas a la edad de jubiliación para alquilar el local o traspasar el negocio.
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Sigues teniendo ilusión e iniciativa para hacer nuevas cosas aunque los resultados no sean los esperados. Te reciclas, actualizas y asistes a cursos formativos aplicando en tu negocio lo aprendido.
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Te centras en lo que pasa dentro de tu negocio, no te importa la problemática de tu barrio, vecinos/as, ciudad y sector.
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Te implicas en los problemas de tu barrio, participas en campañas y actividades con otros comerciantes y reinvindicas las causas que te afectan.
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No te importa que tus percheros estén oxidados y rotos, o que el mobiliario comercial sea del siglo pasado, los clientes no lo notan.
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Actualizas el mobiliario y las instalaciones a medida del uso que van teniendo, para mantener la imagen del establecimiento cuidado y acogedor.
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